Regresar a los orígenes: recuperar el legado de la lana merina mediante la tradición y la

Carmen Martín | Madrid (EFE). La lana merina, conocida actualmente como el oro blanco español, es un tejido cien por cien natural, biodegradable, duradero y resistente, suave, transpirable y termorregulable. Estas cualidades son ahora altamente valoradas por la moda, que trabaja para la recuperación de su legado histórico.
Los diseñadores Caterina Pañeda y Paul García de Oteyza, fundadores de la firma Oteyza, han sido pioneros en esta tarea y, desde hace más de quince años, han puesto en valor este hilo que posee «una buena densidad, extraordinaria finura y gran uniformidad». A pesar de haber sido menospreciada durante años, hoy el objetivo es «preservar y revalorizar la lana merina española como patrimonio cultural material e inmaterial único en el mundo”, afirma García de Oteyza, recordando que esta fibra fue el eje de la economía nacional desde la Edad Media hasta el siglo XIX.
España, cuna de la oveja merina
España fue la cuna de la oveja merina, un país donde se seleccionó y organizó su explotación y producción, lo que permitió desde mediados del siglo XV hasta mediados del siglo XVII «dominar el mercado internacional de la lana». Hasta finales del siglo XVIII, la venta de lana se explotó exclusivamente en España, cuando el gobierno permitió la exportación de animales de esta raza. «Este animal ha construido naciones: Australia y Nueva Zelanda se han levantado alrededor de la lana merina», apunta García de Oteyza.
Australia posee «la mejor lana merina», lamenta García de Oteyza, quien señala que este animal «ha sido la bomba» en la historia de la moda española y a nivel mundial. No obstante, a lo largo del siglo XX, el abandono de la agricultura y la ganadería por falta de rentabilidad, junto con el auge de las fibras sintéticas, resultó en la caída del uso de la lana. «Hace cien años se despreciaba la lana, y la oveja merina se cruzaba con otras razas para aumentar su producción de carne y leche», explica el diseñador.
Todos los años hay que esquilar a las ovejas y hasta hace muy poco, «el 90 % de la lana producida en España se exportaba a China porque no valía nada», añade. Ante esta situación, los fundadores de Oteyza comenzaron a recorrer las ferias de ganado españolas con el objetivo de recuperar la hegemonía de la calidad de la lana merina, que se encontraba al borde de la extinción en el país.
El proyecto «Lanar»
Con esta idea surgió ‘Lanar’, un proyecto que trabaja para recuperar el patrimonio intelectual y el valor cultural de la lana. «Es importante combinar tradición e innovación. Hay que trabajar la excelencia de la materia y presentarla al mundo como la auténtica, la originaria, la genuina», dice García de Oteyza, quien recuerda que la palabra merino-a es española.
Esta estrategia integral involucra investigación, producción, comercialización y difusión con un enfoque ético y sostenible. Uno de los pilares es la conservación de la especie merina, así como la regeneración de su ecosistema, el desarrollo rural, la economía circular y la revitalización de oficios tradicionales, lo que fortalece además la identidad cultural y la alta artesanía y el lujo español en el mundo.
Con esfuerzo, Oteyza ha trabajado con las mejores cabañas de España y han conseguido los primeros paños, «un producto excelente, capaz de competir a nivel internacional». El uso tradicional de la lana genera un impacto positivo no solo en el medio rural, sino también en el ámbito socioeconómico y cultural. «No toda la lana es igual, y el sector debe apostar por la transparencia y la flexibilidad para propiciar ese cambio», ha destacado Ramón Cobo, fundador de Wooldreamers, en la XIII jornada de ‘Slow Fashion Next’.
En este auge por la lana, numerosos diseñadores y firmas de moda se suman a esta tendencia. Sin embargo, García de Oteyza advierte que «no todo vale, no toda la lana tiene la misma calidad», reafirmando que solo desde la excelencia se puede dignificar y defender el valor económico y ecológico de la lana, además de su cultura, tradición y oficios que la acompañan.