Planta en Panamá destina recursos para satisfacer a sus hormigas protectoras y asegurar su

Planta en Panamá destina recursos para satisfacer a sus hormigas protectoras y asegurar su

Estudio del Instituto Smithsonian sobre plantas y hormigas en Panamá

Una planta de los bosques de Panamá «invierte más recursos vegetales», como el néctar, durante las épocas de sequía para «mantener felices» a las hormigas que la defienden contra depredadores herbívoros, según un estudio del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).

Se trata de la «Vachellia collinsii», conocida como cachito o cornizuelo, que habita en los bosques tropicales de Panamá y es defendida por hormigas pseudomyrmex o crematogaster ante «herbívoros hambrientos a cambio de refugio y alimento», detalla el STRI.

Según Cristian Molina, becario de STRI y primer autor del estudio, «la posibilidad más interesante es que las plantas pueden necesitar más a las hormigas cuando hay menos agua: si soy una planta con recursos limitados para hacer una nueva hoja, mejor me aseguro de que mis hormigas protejan lo que tengo.»

Un grupo de científicos del STRI descubrió que «las plantas produjeron recompensas de vivienda y alimento más grandes para las hormigas» durante la grave sequía de 2023, provocada por el fenómeno El Niño, que obligó al Canal de Panamá a reducir el tránsito diario de barcos debido a la falta de agua en los lagos.

Plantas en los bosques de Panamá

Impacto del fenómeno El Niño en relaciones mutualistas

Independientemente de la especie de hormiga defensora, el estudio evidencia la importancia de la relación entre las plantas y sus hormigas guardaespaldas. Probablemente, «el aumento en la disponibilidad de luz durante El Niño también contribuyó a la producción de recompensas», señala el STRI.

Los científicos midieron las recompensas para las hormigas en plantas cachito colonizadas por hormigas defensoras de alta calidad (Pseudomyrmex) y de baja calidad (Crematogaster). Para ello, registraron «el tamaño de las espinas, el número de nectarios extraflorales y el número de cuerpos de Belt, pequeñas estructuras ricas en lípidos, azúcares y proteínas producidos por hoja».

Los datos se recolectaron entre el final de la temporada lluviosa (que en Panamá va de abril a diciembre, aproximadamente) en 2019 y 2023, año en que se prolongó la «época seca» (que suele abarcar desde diciembre hasta abril) y se redujeron las precipitaciones.

Sabrina Amador, científica del STRI y autora del artículo de investigación, indicó que «en interacciones mutualistas coevolucionadas, especialmente mutualismos obligatorios, los organismos involucrados tienen poca flexibilidad para responder a cambios, ya que su respuesta depende de otra especie. Con este estudio, demostramos la capacidad de una planta neotropical para mantener a su huésped mutualista durante un periodo de escasez de agua, lo cual puede ser crítico para su sobrevivencia».

Aunque el estudio proporciona información valiosa, la científica advirtió que «aún enfrentamos la tarea de investigar cómo el cambio global puede afectar otros aspectos vitales para el éxito reproductivo de la planta, como la producción de flores».

FUENTE

Redaccion

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