Los productos ecológicos son más saludables, según la ciencia, en algunos aspectos y en otros no

MADRID, 31 Jul. (EDIZIONES) – Cada vez más consumidores llenan su cesta de la compra con productos ecológicos convencidos de que estos son más sanos, más nutritivos y mejores para su salud. Pero, ¿es esto cierto? La ciencia, de momento, no ha encontrado evidencia sólida que demuestre que los alimentos ecológicos tengan una calidad nutricional superior, o aporten más beneficios para la salud que los convencionales.
El valor de estos productos radica más en el modelo de producción, el respeto ambiental o en la cercanía, que en sus propiedades químicas o vitamínicas. En este reportaje se desmontan mitos, se aclaran conceptos y se analiza qué hay realmente detrás de una etiqueta ‘eco’.
Para ello, se entrevistó en Salud Infosalus al doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad Autónoma de Madrid, investigador científico en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC-UAM, y autor de ‘Los falsos mitos de la alimentación’ (Catarata-CSIC), Miguel Herrero.
Este experto ahonda en la idea de que, por el momento, «no hay ningún estudio científico que demuestre que porque un alimento sea ecológico tenga más calidad, más variedad nutricional, o mejores nutrientes, y que sea mejor para la salud, que un producto convencional; el hecho de que sean ecológicos no se ha demostrado como factor que haga que estos productos sean más nutritivos, y todo en muchas ocasiones depende del contexto».
¿QUÉ SIGNIFICA QUE UN PRODUCTO SEA ECOLÓGICO?
Herrero recuerda en su libro que la producción ecológica se refiere a «un sistema de gestión y de producción agroalimentaria que se basa en la utilización de prácticas agrarias y ganaderas en las que se haya reducido el impacto sobre el medio ambiente». Esto se consigue, entre otros puntos, minimizando y limitando al máximo el uso de sustancias químicas no naturales para la intensificación de cultivos y ganado.
La característica más notable y conocida de la producción ecológica es la prohibición expresa de utilizar tanto fertilizantes como plaguicidas y pesticidas sintéticos en lo que se refiere a agricultura, y del uso de antibióticos en lo que tiene que ver con la ganadería. Además, para que la producción ganadera sea considerada ecológica debe cumplir con algunos requisitos adicionales relacionados con el bienestar animal, subraya.
Ahora bien, advierte Herrero que cumplir con las normas establecidas para una producción ecológica «en ningún caso» garantiza un respeto hacia el medio ambiente mayor que seguir las prácticas convencionales de cultivo.
En España, el país productor con una mayor superficie de cultivos ecológicos dentro de la UE, se aplica la legislación europea establecida al respecto. Las condiciones que deben cumplir las producciones ecológicas son: prohibición expresa de emplear organismos modificados genéticamente o productos derivados de estos; utilización de una rotación plurianual de cultivos que ayude a mejorar la calidad del suelo; no utilizar fertilizantes minerales nitrogenados y reducir al máximo los productos fitosanitarios empleados; cumplir principios dirigidos hacia el bienestar animal y utilizar piensos ecológicos, entre otros.
Este investigador del CSIC-UAM recuerda que todos los productos ecológicos producidos y vendidos en la UE deben contar con la certificación (un sello con una hoja) que concede cada país miembro (en España transferido a las CCAA).
«Un producto ecológico para poder serlo y etiquetarse tiene que estar certificado, con una legislación europea detrás que especifica qué se puede usar y qué no, y en qué cantidades. Los productores ecológicos reciben visitas de control y se puede analizar el suelo y sus productos, y si hay indicios de que están o no cumpliendo con la legislación», subraya.
De hecho, mantiene que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria –EFSA por sus siglas en inglés– anualmente publica los resultados de todos los países sobre el uso de pesticidas y fitoquímicos, y muestra que hay muchos porcentajes de productos ecológicos que tienen pesticidas, indicando una pequeña cantidad de fraude.
NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE
A su vez, Miguel Herrero llama la atención sobre el hecho de que, en la producción ecológica, están permitidos los invernaderos a gran escala. «Cuando se transportan y se maduran en la cámara con etileno, algo permitido en la agricultura ecológica, esto también se nota. No se puede comparar un producto ecológico que se madura de manera industrializada, con uno de mercadillo, que crece más lentamente y cumple con su momento de cosecha y maduración en la planta; algo que también influye en su sabor y olor. Todos estos parámetros afectan a la apreciación del producto, pero en la agricultura ecológica como en la convencional, los nutrientes son equivalentes, no son más sanos o de mejor calidad los ecológicos», insiste.
Además, advierte que el uso de fitoquímicos está muy controlado por la regulación española, así como la utilización de antibióticos en animales. «Si a una vaca, por lo que fuere, se le debe dar antibiótico, esa leche se debe desechar. No puedes dar antibióticos a animales así porque sí. Todo tiene un control», añade.
Su opinión sugiere que «se dice ecológico con mucha libertad, pero, ¿y todo lo que se vende fuera de grandes superficies, quién tiene el control?». Considera que este tema es complicado y que muchas de esas producciones no están suficientemente reguladas. «Hay mucha obsesión por ser ecológico porque se supone que es bueno para el medio ambiente, sí, y está bien, aunque no hay que olvidar que, por ejemplo, las piretrinas son un pesticida natural muy tóxico que, si se vierten en un río, pueden matar a todos los peces; mientras que un pesticida sintético ataca a una plaga determinada», sostiene este experto.
Para concluir la conversación, Herrero pone el ejemplo de unas manzanas o peras de supermercado, con la etiqueta de producto ecológico, pero que proceden de Italia, y que vienen envueltas en bandejas y plásticos. «¿No será mejor un producto convencional o uno de la huerta de proximidad, que no ha generado tantas emisiones en su transporte, por ejemplo, y cuya maduración y transporte no se ha realizado dentro de una cámara durante muchos kilómetros?», se pregunta Miguel Herrero.