Los burros españoles gestionan un arbusto espinoso en Róterdam

La Autoridad Portuaria de Róterdam ha implementado un innovador enfoque para controlar la proliferación del espino amarillo: la liberación de tres burros españoles en el Geuzenbos. Este piloto tiene como objetivo ayudar a reducir esta vegetación en las áreas que rodean el oleoducto de la zona. Se estima que el ensayo durará entre uno y un año y medio, y permitirá supervisar tanto el comportamiento como la efectividad de los burros a lo largo de las diferentes estaciones. Si logran controlar el espino amarillo, se quedarán de forma permanente en el área.
El espino neerlandés y el burro español
La Autoridad Portuaria de Róterdam, el mayor puerto de Europa, ubicado al oeste de los Países Bajos, ha introducido en un espacio natural de 29 hectáreas tres burros españoles de la raza zamorano-leonesa con la misión de gestionar la proliferación de un arbusto espinoso en los corredores de tuberías del puerto. Este lunes, la Autoridad Portuaria dio a conocer su proyecto piloto en el Geuzenbos, un espacio natural ubicado entre dos reservas, donde estos animales tendrán la responsabilidad de controlar la expansión del espino cerval de mar, una planta que invade estos corredores y se conecta con empresas en los Países Bajos, Bélgica y Alemania.
«Por razones de seguridad, la vegetación a lo largo de estos corredores debe permanecer siempre baja. Cuando solo se trata de hierba, la tarea es sencilla. Sin embargo, en el caso del Geuzenbos, la situación es más complicada debido a la presencia del espino cerval de mar», explicaron desde el puerto, que lanzó un video mostrando a los burros en su nuevo entorno al ritmo de guitarra española.
El espino cerval de mar es un arbusto espinoso de crecimiento rápido y difícil de erradicar, que puede alcanzar grandes alturas en poco tiempo. Su proliferación representa un problema para las áreas de infraestructura, incluidas las canalizaciones de petróleo, productos químicos y gases industriales, ya que esto genera la necesidad de un mantenimiento intensivo y costoso.
Los burros, que llegaron desde España, pasaron por controles sanitarios, vacunaciones y un periodo de adaptación al clima neerlandés antes de ser liberados. Después de salir del remolque con cautela, comenzaron a explorar el terreno, donde coexistirán con dos toros que también pastan en la zona como parte de la gestión ecológica, aunque hasta ahora han mostrado poco interés por el espino en cuestión. La elección de la raza zamorano-leonesa se debe a su resistencia a climas adversos y a su preferencia por vegetación seca y espinosa. En España, incluso se utilizan en áreas forestales para disminuir el riesgo de incendios, gracias a su capacidad para consumir matorrales.
«Su presencia también favorece la biodiversidad en el área portuaria. Cuidamos la naturaleza que tenemos en el puerto, y este tipo de gestión ecológica se alinea perfectamente con nuestra visión», explicó Lissethe Veenstra, responsable de infraestructuras de la Autoridad Portuaria. El proyecto durará al menos entre un año y 18 meses.
Los vecinos y visitantes han sido informados mediante señalizaciones sobre la presencia de los burros y las normas de convivencia, como mantener a los perros con correa y no alimentarlos. El Geuzenbos se suma a otros enclaves naturales del puerto de Róterdam, donde conviven especies como focas, murciélagos y orquídeas con la actividad industrial.
Al desarrollar el puerto, la Autoridad Portuaria de Róterdam considera cuidadosamente las especies vegetales y animales protegidas, así como los valores ecológicos y la biodiversidad. Este enfoque requiere una gestión profesional que contemple la calidad del entorno y garantice la protección de la biota presente.
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