La prevalencia de la enfermedad renal crónica aumentó y 4,59 millones requieren tratamiento en

En 2023, había 4,59 millones de pacientes sometidos a terapias de reemplazo renal, de los cuales 3,57 millones estaban en diálisis. Este aumento continuo de los casos de enfermedad renal crónica (ERC), que requiere diálisis o trasplante, ha sido documentado en un análisis global realizado por investigadores internacionales. Dicho estudio, publicado en ‘The Lancet Global Health’, revela que el número de pacientes con ERC ha ido en constante ascenso durante las tres últimas décadas.
Los expertos advierten que la creciente prevalencia mundial de la enfermedad renal crónica que requiere terapia de reemplazo demanda intervenciones concretas para mejorar la detección temprana y el acceso a servicios de salud, especialmente en naciones con menos recursos. Las diferencias geográficas en la identificación de pacientes son marcadas: se observó la mayor prevalencia en regiones de altos y medios-altos ingresos, mientras que las tasas más bajas se registraron en África subsahariana y en países de ingresos bajos y medianos-bajos.
En 2023, la prevalencia estandarizada por edad alcanzó los 111 casos por cada 100.000 habitantes en las regiones de altos ingresos, mientras que en África subsahariana se registró una tasa de solo 3,80 pacientes por cada 100.000 personas.
TERAPIAS DE REEMPLAZO
Cuando la enfermedad renal crónica avanza a insuficiencia renal terminal (estadio 5) y los riñones dejan de funcionar adecuadamente, se requiere una terapia de sustitución renal, que puede incluir diálisis o trasplante de riñón. Según el estudio, entre 1990 y 2023, la prevalencia global de diálisis aumentó un 104 %, pasando de 21,7 a 44,3 casos por 100.000 habitantes. A su vez, la prevalencia estandarizada por edad aumentó un 44 %.
Este incremento se ha visto reflejado en casi todas las regiones del mundo, con la excepción de Oceanía, África subsahariana occidental y central, donde se registraron disminuciones insignificantes. En términos nacionales, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Turquía, Rumania y España fueron los países con los mayores aumentos en la prevalencia de diálisis.
En 2023, 3,57 millones de pacientes con ERC estaban bajo diálisis, lo que se traduce en una prevalencia estandarizada por edad de 39,3 por 100.000 personas. La región de altos ingresos de Asia Pacífico presentó la tasa más alta, con 115 por 100.000, en contraposición a África subsahariana oriental, que tuvo una baja prevalencia de 1,30 por 100.000.
En cuanto al trasplante de riñón, la prevalencia global creció un 57,5 % entre 1990 y 2023, aumentando de 8,10 a 12,7 casos por 100.000 personas. Este incremento ha sido generalizado, aunque algunas regiones como Oceanía, Asia oriental y Asia meridional experimentaron ligeras disminuciones. En 2023, se reportaron 1,02 millones de trasplantes de riñón en el mundo. La alta prevalencia de trasplantes se registró en regiones de altos ingresos, alcanzando los 34,9 por 100.000, mientras que en África subsahariana se encontró una de las tasas más bajas, con 0,40 por 100.000.
A nivel de país, los 50 países con la mayor prevalencia de trasplantes de riñón están clasificados dentro de los grupos de ingresos altos y medianos altos del Banco Mundial. En contraparte, 63 países reportaron prevalencias inferiores a uno, de los cuales 53 pertenecen a la categoría de ingresos bajos o medianos-bajos del Banco Mundial.
El estudio también revela una notable disparidad de sexo en estas terapias, con prevalencias más altas de diálisis y trasplante en hombres que en mujeres en la mayoría de los países analizados.
DIABETES E HIPERTENSIÓN ASOCIADAS
Adicionalmente, el análisis aborda la relación entre la diabetes tipo 2 y la hipertensión como factores asociados a la enfermedad renal que requieren terapia de reemplazo, destacando que ambas patologías son responsables de una gran mayoría de los casos identificados en 2023. Concretamente, estas condiciones se atribuyen al 40,6 % de los casos globales en todos los sexos y edades.
La prevalencia de diabetes tipo 2 y hipertensión ha mostrado un crecimiento significativo, con incrementos entre el 60,8 % y el 144 % para todos los grupos de edad y de entre el 24 % y el 62,1 % para la prevalencia estandarizada por edad desde 1990 hasta 2023.
El estudio concluye señalando que la enfermedad renal crónica con necesidad de terapia de reemplazo es un problema de salud pública importante. Un descenso en la prevalencia no debe interpretarse como una menor carga de enfermedad, sino más bien como un síntoma de carencias en los sistemas de salud.
Finalmente, los autores enfatizan la necesidad de fortalecer las medidas preventivas, aumentar la investigación y abordar las disparidades en el acceso a tratamientos en diferentes países, para asegurar una atención equitativa. Para prevenir la progresión de la ERC a estadios terminales, se insta a desarrollar programas de identificación y gestión temprana de la enfermedad, así como a integrar esta problemática en iniciativas existentes sobre enfermedades no transmisibles.