La alimentación está influenciada por tu edad y género, y probablemente no sabes cuánto te

MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) – Investigadores de la Universidad de Salud de Fujita (Japón) han revelado cómo varían los patrones alimentarios en función de la edad y el sexo. Los datos indican que las mujeres tienen patrones dietéticos más diversos que los hombres, aunque estas diferencias tienden a disminuir a medida que las personas envejecen.
“Ser consciente de las diferencias y la diversidad en los patrones alimentarios según el género y la edad puede conducir a una mejora nutricional individualizada para cada grupo de edad y género”, ha destacado el profesor Katsumi Iizuka, del Departamento de Nutrición Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salud de Fujita.
Con este objetivo, Iizuka y su equipo analizaron las respuestas anónimas de una encuesta dietética obtenidas durante los chequeos médicos de 2.743 empleados de la Universidad de Salud Fujita, quienes fueron clasificados en cuatro grupos dependiendo de su edad: de 20 a 29 años, de 30 a 39, de 40 a 49 y de 50 a 59. Los resultados han sido publicados en la revista ‘Nutrients’.
El cuestionario de frecuencia de ingesta de alimentos se empleó para evaluar la frecuencia de consumo semanal de diez alimentos diferentes, entre ellos carne, pescado, huevos, productos lácteos, soja, verduras, algas, frutas, patatas y aceite; así como el consumo de café y té azucarados, dulces blandos, colas, otros refrescos y alcohol.
Para mejorar la precisión de los resultados de estudios previos, los investigadores aplicaron técnicas estadísticas inexploradas, comúnmente utilizadas en ecología, para examinar la diversidad microbiana. Así, evaluaron la “diversidad alfa”, que se refiere a la diversidad en un solo grupo, y la “diversidad beta”, que examina la diversidad entre diferentes grupos. Además, realizaron un análisis multivariado para incorporar las variaciones de edad y género.
A partir de estos métodos, los investigadores determinaron que la frecuencia de ingesta de los alimentos individuales no mostró grandes diferencias entre hombres y mujeres, excepto en el caso de la fruta, que fue consumida con mayor frecuencia por las mujeres.
Diversidad de Patrones Alimentarios según Edad y Sexo
Al agrupar a los participantes por edad y sexo, detectaron patrones dietéticos significativamente diferentes influenciados por la ingesta de carne, pescado, huevos, frutas, algas, productos lácteos, verduras y patatas. Las mujeres mostraron patrones dietéticos más diversos en comparación con los hombres. Los hombres más jóvenes eran menos propensos y las mujeres mayores más propensas a seguir una dieta centrada en la carne o el huevo, acompañada de frutas y productos lácteos. Por el contrario, los hombres mayores preferían una dieta tradicional japonesa centrada en el pescado y las grasas, mientras que las mujeres más jóvenes se inclinaban hacia alimentos de origen vegetal, incluyendo frutas, verduras y patatas.
Mayor Diversidad Dietética y Mejora de la Salud con la Edad
Estas diferencias en los patrones alimentarios entre hombres y mujeres tendían a disminuir con la edad, dando paso a una mayor diversidad dietética e ingesta de alimentos beneficiosos en ambos sexos. Los autores del estudio sugieren que este cambio hacia una dieta más saludable podría deberse a la brecha generacional entre adultos de 20 a 40 años. Detallan que la tendencia a vivir solos entre los adultos japoneses más jóvenes, en contraste con los de mediana edad que suelen residir en familia, puede influir en sus hábitos de consumo.
Los investigadores subrayaron los beneficios que puede tener para la salud futura seguir una alimentación saludable desde una edad temprana. Por ello, han recomendado que cafeterías y lugares de trabajo incluyan alimentos ricos en micronutrientes, como frutas, algas y productos lácteos.
Estos hallazgos aportan nuevas perspectivas sobre cómo difieren los patrones alimentarios según la edad y el género. Para los autores, esta información puede ser útil para entender la influencia de las variaciones dietéticas en la salud intestinal y la microbiota, así como en la aparición de enfermedades como la obesidad, la diabetes, las cardiopatías y el cáncer. Esto también podría ayudar a los nutricionistas a ofrecer una orientación personalizada para abordar las deficiencias individuales.
Finalmente, “al consumir alimentos ricos en fibra y productos fermentados desde una edad temprana, es posible reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y cáncer. Visualizar las diferencias en los patrones alimentarios entre generaciones puede mejorar la comprensión del público general sobre el equilibrio y la diversidad alimentaria”, concluyó el profesor Iizuka.