Teresa Ribera considera que posponer los objetivos de la UE para combatir el cambio climático es
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, instó este martes a «un esfuerzo masivo» para seguir actuando contra el cambio climático, porque «existen millones de razones para seguir trabajando» y retrasar los objetivos es, dijo, «un disparate». En su discurso inaugural de la primera edición de la Semana del Clima y la Naturaleza de París, un nuevo evento europeo dedicado a la transición ecológica, Ribera afirmó: «Necesitamos este esfuerzo masivo para tener éxito. Necesitamos recuperar la confianza en lo que podemos lograr si actuamos mejor. Hoy en día, existen millones de razones para seguir trabajando».
Diez años después de la adopción del Acuerdo de París y en vísperas de la COP30 en Belém, Ribera desgranó algunas de las «millones de razones» para continuar en la misma senda marcada hace una década en la capital francesa, plantando cara a los negacionistas y a quienes proponen retrasar los plazos para alcanzar los objetivos deseados. «A quienes dicen que retrasemos la acción climática, deberíamos poder responder: ‘No, eso no es racional. Eso es un disparate’», subrayó durante una mesa redonda posterior que compartió con el presidente del Instituto Jacques Delors, Enrico Letta, y moderada por la decana de la Escuela del Clima de París, Laurence Tubiana.
La política española, como voz relevante en la lucha contra el cambio climático, mencionó que 3.400 millones de personas carecen de saneamiento adecuado en el mundo, más de 750 millones de personas siguen sin electricidad y más de 1.000 millones carecen de acceso a energía asequible. Además, alertó sobre las 2.000 millones de toneladas de residuos que el mundo produce al año.
Ante ese panorama, la vicepresidenta ejecutiva comunitaria consideró que «debemos seguir construyendo lo que podríamos identificar como un sueño europeo: una combinación de solidaridad, sostenibilidad y oportunidades». Afirmó que esto significa invertir de forma diferente: «Debemos invertir en un modelo económico y social a prueba del clima, en transformación, en innovación, en resiliencia, en libre competitividad y en acción conjunta en cualquier zona de Europa».
Asimismo, abogó por dar «un paso adelante» en el camino hacia la descarbonización total de la economía, porque «necesitamos hacerlo», aunque subrayó la importancia de «mantener la competitividad económica en la UE». Para ello, propuso establecer una hoja de ruta con «cierta claridad. No todo detallado, pero sí claro y coherente», insistiendo en la necesidad de algunas flexibilidades y en cómo combinar diferentes vías de acción y cooperación dentro del mercado único.
Para Ribera, actualmente estamos ante un momento crucial para Europa, para la gobernanza global y para la democracia y la paz. Alertó sobre el impacto devastador del cambio climático, que «amenaza el liderazgo, la paz y el desarrollo económico». Indicó que se estima que el coste de la adaptación en los países en desarrollo ronda los 365.000 millones de dólares al año en 2035, mientras que la financiación para la adaptación se sitúa actualmente en solo 36.000 millones de dólares.
El objetivo del evento es examinar las diferentes formas de gobernanza —pública, privada, local, nacional e internacional— para identificar barreras y obstáculos en las sociedades, y trazar vías necesarias para acelerar la transformación. Entre los participantes se encuentran el presidente de la COP21 y del Círculo de Presidentes de la COP, Laurent Fabius; la decana de la Escuela del Clima de París, Laurence Tubiana; y el presidente del Instituto Jacques Delors, Enrico Letta.
A lo largo de tres días y más de 60 eventos, Sciences Po reúne a líderes políticos, ejecutivos de empresas, representantes institucionales y actores de la sociedad civil, así como a universidades e investigadores internacionales, unidos por la ambición de acelerar la transición ecológica a todos los niveles de la sociedad y de la economía. Según Teresa Ribera, la sociedad europea ha demostrado una creciente conciencia ambiental, especialmente entre los jóvenes, quienes exigen acciones firmes y coherentes. La ministra sostiene que mantener el rumbo no solo responde a una obligación moral hacia las generaciones futuras, sino también a una responsabilidad política con el presente.
En definitiva, Ribera defiende que los objetivos climáticos de la UE no deben retrasarse, sino reforzarse. La transición ecológica, afirma, debe ser justa, inclusiva y ambiciosa, porque actuar tarde costará mucho más que actuar ahora con determinación y visión de futuro. / ECOticias.com
