los impactos del cambio climático ocasionan huracanes de hasta 295 kilómetros por hora, como el
El calentamiento de los océanos provocado por el cambio climático alimentó la fuerza del huracán Melissa, que aterrizó este martes en Jamaica con vientos de hasta 295 km/h, y amenaza con convertir las tormentas tropicales del futuro en fenómenos aún más destructivos.
La jefa científica de The Nature Conservancy, Katharine Hayhoe, explicó que fenómenos como huracanes, tifones o ciclones obtienen su energía de las aguas cálidas, que con un aumento en sus temperaturas incrementan su intensidad y peligrosidad. En concreto, Melissa tocó tierra en Jamaica como un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, la más alta posible, con vientos máximos sostenidos de 295 km/h.
A su paso por la isla, el huracán provocó inundaciones generalizadas, deslizamientos de tierra y graves daños en las infraestructuras. Más de 530.000 personas, alrededor del 77 % de los clientes, perdieron el servicio eléctrico en el país. Hayhoe comentó que Melissa transitó por aguas mucho más calientes de lo normal antes de llegar a Jamaica, lo que aceleró su rápida intensificación.
La experta mencionó un estudio de Climate Central que señala que, durante su intensificación, Melissa se desplazó sobre aguas oceánicas «excepcionalmente cálidas». Estas condiciones, de acuerdo con el estudio, fueron 700 veces más probables debido al cambio climático causado por las actividades humanas.
Melissa a su paso por Cuba
Melissa arrasó Cuba, ya con una categoría 3, y también provocó inundaciones, crecidas de ríos y corrimientos de tierras en el oriente de la isla. En Haití, aunque el huracán se redujo a categoría 2, provocó la muerte de 20 personas tras el desbordamiento del río La Digue.
La velocidad de intensificación de los huracanes ha acelerado notablemente en los últimos años. Según Hayhoe, al quemar combustibles fósiles, se producen gases de efecto invernadero que calientan el planeta, y el océano absorbe el 90 % de ese calor adicional. «El calor extra del océano hace que los huracanes aumenten su intensidad mucho más rápido, lo que significa que, aunque tengamos el mismo número de tormentas tropicales, muchas más se convierten en categoría 3, 4 o 5, y eso es a causa del cambio climático», declaró.
La brecha entre la previsión y la realidad pone en riesgo a la población, que suele prepararse para un fenómeno menos violento del que finalmente llega. La creciente fuerza de los huracanes ha llevado a algunos científicos a plantear la creación de una nueva categoría por encima de la actual escala, una hipotética categoría 6, más destructiva.
Amenaza por huracanes de mayor intensidad
«Es posible sobrevivir si estamos preparados», afirmó la experta, aunque advirtió que «si siguen llegando tormentas más fuertes y peligrosas, estaremos siempre en una condición permanente de preparación», lo que resulta «mucho más difícil, costoso y peligroso para todos».
Entre las lecciones que nos deja Melissa y estos huracanes especialmente intensos, Hayhoe indicó que debemos «tomar muy en serio» la amenaza de un huracán, estableciendo alarmas, noticias y planes de evacuación, así como adaptando infraestructuras.
A su vez, destacó la necesidad de reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero porque, de lo contrario, estos huracanes se volverán aún peores. «Este huracán es un ejemplo terrible de la vulnerabilidad que tenemos ante fenómenos cada vez más extremos en un mundo más caliente. Pero el futuro está en nuestras manos: si somos parte de la causa, también podemos ser parte de la solución», concluyó.
Los expertos coinciden en que como no se ha logrado mitigar los efectos del cambio climático con medidas eficaces, estos eventos seguirán empeorando, haciendo necesario que estemos preparados para resistirlos.
Si no se toman medidas urgentes, el planeta seguirá calentándose, y si los humanos tenemos gran parte de la culpa de lo que está sucediendo, también debemos buscar soluciones resilientes para enfrentarlo.
