Las baterías de coches eléctricos representan un peligro de incendios, y en China buscan
Las baterías de los coches eléctricos mejoran con cada nuevo lanzamiento de vehículos. Si comparamos las actuales con las de hace algunos años, vislumbramos grandes mejoras en términos de seguridad. No obstante, la preocupación por el riesgo de incendios sigue latente. Aunque no es la regla, sino la excepción, cuando suceden son difíciles de extinguir. De ahí que la sensación de riesgo sea tan intensa para algunos usuarios. Quieren una forma de movilidad sostenible, pero ¿a qué precio? En China se han propuesto disminuir este riesgo al máximo y tienen una idea que nadie más ha probado: expulsar las baterías.
Propuesta de China para reducir la amenaza de las baterías de coches eléctricos
Tras darse a conocer una alternativa al litio en las baterías para coches eléctricos, ha salido a la luz un sistema capaz de expulsar baterías de coches eléctricos para evitar incendios. China está ensayando un sistema de emergencia que podría sentar un precedente en términos de seguridad para los vehículos eléctricos.
Se trata de una tecnología que detecta un sobrecalentamiento extremo en las baterías. Al hacerlo, expulsa las baterías del vehículo automáticamente en un intervalo inferior a un segundo, alcanzando distancias de entre 3 y 6 metros.
El desarrollo del proyecto está a cargo del China Automotive Collision Repair & Technology Research Center. A través de él, se busca reducir el riesgo de incendios por thermal runaway, término que se refiere a un fenómeno que puede desembocar en explosiones complejas de controlar.
El concepto es separar la batería del habitáculo y evitar daños mayores. Aunque las filmaciones de prueba que se han mostrado hasta ahora han suscitado cierto interés, también ha despertado debates sobre los riesgos de lanzar un bloque de más de 200 kilos en plena vía pública, además de las responsabilidades legales que abarcaría.
La propuesta de China pone de manifiesto la urgencia de hallar soluciones ante este problema. Aunque no es una situación que ocurra frecuentemente, cuando sucede puede ser devastador para los dueños de coches eléctricos. Esto, además, genera dudas severas en los consumidores que aún no se convencen de que la electrificación sea el futuro inminente de la movilidad.
Una solución que no está exenta de desafíos
Expulsar el foco del incendio lejos del coche eléctrico resolvería la situación para dicho automóvil. Sin embargo, podría suponer un perjuicio para terceras personas o coches que se encuentran cerca. En las cercanías podría haber otro coche estacionado o en movimiento, camiones, motos o peatones.
Además, las baterías son dispositivos pesados. Para poner en contexto, la batería de 40 kW de un Renault Megane E-Tech EV40 registra un peso de 292 kg. Cuanta mayor capacidad tiene una batería, más peso registra.
La filmación de este sistema se ha hecho viral en las redes sociales chinas. Un video muestra cómo lanzan la batería en medio de la carretera, con una batería saliendo disparada del lateral de un SUV antes de que pudiera aparecer humo.
Los trabajadores de seguridad que estaban cerca durante la prueba cubrieron rápidamente la batería con una manta ignífuga después de que cayera en una zona designada.
China quiere acabar con el problema de las baterías, pero ¿será este el camino?
Con un sistema de expulsión de baterías similar al funcionamiento de un airbag, China se aventura a probar todas las vías posibles, aunque para ello tenga que recurrir a medidas extremas. La prueba realizada muestra cómo el riesgo al que se enfrentan los vehículos eléctricos incentiva una innovación rápida y disruptiva.
Aún no se sabe si esta tecnología para coches eléctricos se pulirá y llegará a una escala comercial o, como muchas otras innovaciones de la industria, será un concepto más que no logró florecer. Si aún deseas saber más sobre el alcance de este impactante sistema, en este artículo se amplía la información.
