La UE busca coches eléctricos para 2035, pero también tendrá sanciones por contaminación
El objetivo de la Unión Europea (UE) es que el Viejo Continente solo utilice coches eléctricos en 2035. Sin embargo, lo que parecía una noticia alentadora también trae consigo medidas punitivas por contaminación. Este compromiso global de reducir las emisiones contaminantes para combatir el cambio climático ha sido respaldado por la UE, que se ha consolidado como un grupo fuerte en esta lucha. Aun así, ha surgido una sorpresa que no estaba contemplada en los planes iniciales.
Un giro inesperado en la normativa de los coches eléctricos
Con el auge del coche eléctrico, la UE ha tenido que reconocer una realidad que ha tomado por sorpresa a muchos: los coches eléctricos, que se pensaban como la opción de cero emisiones ideal para Europa, no están tan exentos de problemas como se creía. La nueva norma Euro 7, que comenzará a entrar en vigor pronto, añade un nuevo aspecto a la regulación de emisiones.
Más allá de los gases de escape, esta regulación se centra en la emisión de partículas, un aspecto que hasta ahora había pasado desapercibido. A pesar de que los coches eléctricos no emiten gases contaminantes como los vehículos de combustión interna, sí pueden liberar partículas contaminantes a través de otros componentes, como los frenos y los neumáticos. Esto revela la complejidad del impacto ambiental de los vehículos, incluso aquellos que se promocionan como ecológicos.
El camino hacia la sostenibilidad automovilística es más complicado de lo que parece, y la UE se enfrenta al desafío de equilibrar la innovación en la movilidad eléctrica con la necesidad de seguir combatiendo la contaminación en todas sus formas.
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