Investigaciones indican que el planeta enfrenta un grave caos climático y un riesgo extremo para
Las pruebas y las evidencias científicas de que la Tierra se acerca al «caos climático» son cada vez más contundentes y la mayoría de los ‘signos vitales’ que miden la salud del sistema ecológico y climático del planeta continúan empeorando, encontrándose ya en niveles récord.
El año 2024 fue el más caluroso registrado y con mucha probabilidad el más caluroso de al menos los últimos 125.000 años. Los principales indicadores que revelan la salud de nuestro planeta —la concentración de gases de efecto invernadero, la temperatura global media, la extensión del hielo en los polos y los glaciares, la deforestación, así como la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos o la pérdida de biodiversidad— siguen mostrando una tendencia muy negativa.
Medidas paliativas
El informe revela que 22 de los 34 signos vitales del planeta están en niveles récord, pero también incide en que no es demasiado tarde para limitar el daño, incluso aunque no se alcanzara el objetivo de limitar el aumento de la temperatura establecido en el Acuerdo de París hace diez años. La ciencia y las nuevas tecnologías han puesto ya sobre la mesa opciones y soluciones para paliar los peores escenarios.
Cada fracción de grado de calentamiento que se evita es importante para el bienestar humano y ecológico, han corroborado los investigadores en el informe. Han subrayado que retrasar la acción conllevará mayores costos e impactos más graves, mientras que medidas rápidas y coordinadas pueden generar beneficios inmediatos para las comunidades y los ecosistemas de todo el planeta.
Se señala que las fuentes de energía renovables como la solar y la eólica pueden suministrar hasta el 70 por ciento de la electricidad mundial en 2050. Además, una rápida eliminación de los combustibles fósiles sería una de las mayores contribuciones a la mitigación del cambio climático.
Asimismo, la protección y restauración de ecosistemas como bosques, humedales, manglares y turberas podría eliminar o evitar alrededor de 10 gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono al año para 2050, lo que equivaldría aproximadamente al 25 por ciento de las emisiones anuales actuales.
También se destaca que reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, que actualmente representa entre el 8 y el 10 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y la transición hacia dietas más ricas en plantas, pueden reducir sustancialmente las emisiones, además de promover la salud humana y la seguridad alimentaria.
Es más barato mitigar los impactos que afrontarlos
El informe sobre el estado del clima en el planeta revela que el año pasado el consumo de energía proveniente de combustibles fósiles alcanzó un máximo histórico. También se ha alcanzado un récord en el calor de los océanos y la pérdida de cubierta arbórea debido a los incendios forestales. En 2024 y 2025, los desastres climáticos, mortales y costosos, han aumentado.
Se citan varios ejemplos: las inundaciones en Texas causaron la muerte de al menos 135 personas; los incendios forestales en Los Ángeles provocaron daños que superaron los 250.000 millones de dólares; y el tifón Yagi causó la muerte de más de 800 personas en el sudeste asiático.
Los científicos han incidido en que existen estrategias de mitigación del cambio climático que son rentables y urgentes, capaces de limitar el calentamiento si se actúa con audacia y rapidez. Sin embargo, también advierten que «la ventana se está cerrando» y que el costo de mitigar el cambio climático es mucho menor que los daños económicos globales que podrían causar sus impactos.
El aumento de los niveles de gases de efecto invernadero en nuestro planeta sigue siendo el principal factor que impulsa esta escalada. Estos recientes acontecimientos manifestan la insuficiencia extrema de los esfuerzos mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y marcan el comienzo de un nuevo y sombrío capítulo para la vida en la Tierra.
No hay ninguna duda de que invertir en mitigar los efectos del cambio climático será mucho más económico que paliar sus consecuencias, pero debe haber un cambio de mentalidad urgente para asumir esa realidad.
