Atender nuestras necesidades no es egoísta, sino una responsabilidad que debemos asumir
MADRID, 23 Oct. (EDIZIONES) – El autocuidado es una necesidad para nuestra salud mental, pese a la creencia de que pueda tratarse de un gesto egoísta que debemos seguir por nosotros mismos, para nuestro propio bienestar. Sin embargo, con el ritmo del día a día, y sobre todo en el caso de las mujeres, cuidarnos suele ser difícil porque, en general, tendemos a cuidar de los demás, desatendiéndonos a nosotras mismas.
Esta es la principal denuncia que plantean las psicólogas Patricia Ramírez, más conocida como ‘Patri psicóloga’, y Yolanda Cuevas, licenciada en psicología con especialidad clínica, en una entrevista con Salud Infosalus. Ambas han plasmado sus conocimientos en un libro publicado con Grijalbo titulado ‘Autocuidado’.
‘Patri psicóloga’ advierte que el autocuidado no se limita a ir un día al fisioterapeuta o a hacernos las uñas, y que ese es el tiempo que dedicamos una tarde a la semana. Defiende que el autocuidado es una filosofía mental que requiere recursos, no solo económicos, sino también de tiempo. «Es una manera de entender la vida en la que te consideras una persona con valor que necesita ser cuidada, porque si esperamos a que nos cuiden los demás, esto podría no ocurrir», afirma.
Por su parte, Yolanda Cuevas señala que el autocuidado implica «atender nuestras necesidades físicas, emocionales, cognitivas y espirituales de manera consciente«, lo que se traduce en un proceso de «autoconciencia y autorregulación». Cuidar la mente, argumenta, implica regular el diálogo interno, detectar pensamientos dañinos, permitir la calma mental; y este cuidado psicológico se traduce en una reducción del estrés y de la ansiedad, una mayor autoconfianza y autoestima, así como en una mejor regulación emocional y estabilidad.
Las Mujeres No Somos Una Prioridad en Nuestra Vida
Según las expertas, las mujeres hoy en día no solemos ser una prioridad para nosotras mismas, fundamentalmente debido a creencias culturales que nos han transmitido, donde nos entregamos a los demás. «Tenemos muy asumido el rol de cuidadoras, de personas serviciales», comenta Patricia Ramírez. Esto implica atender a los hijos, a la pareja, a los padres, al trabajo, y en ocasiones, en esa entrega a los demás, nos olvidamos de nosotras mismas.
Ramírez enfatiza que muchas veces internalizamos que una mujer es buena persona cuando se entrega a los demás, lo que genera culpa al cuidar de sí misma. «Hay que tomar conciencia de que cuidar de ti no es egoísmo, sino una responsabilidad que nos ayuda a sentirnos bien», destca.
Aquí ambas autoras quieren desvincular la idea del autocuidado de la noción de «que si estás mejor, podrás cuidar mejor a los demás«, y creen que este debe darse «solo por el propio objetivo de estar bien uno mismo y no porque esto repercuta en el cuidado de otros».
Yolanda Cuevas, en la misma entrevista, sugiere que a menudo nos imponemos obstáculos para ese autocuidado, como poner a los demás siempre en primer lugar, la falta de educación emocional, y vivir en piloto automático sin un espacio para reorganizar nuestras vidas. «Cada persona parte de una casilla de salida diferente. No todas necesitamos lo mismo, ni estamos en las mismas circunstancias», añade.
Consejos para Volver a Ser una Prioridad en Nuestra Vida
Lejos de imponernos estrictamente 10 minutos diarios para ese autocuidado, ‘Patri psicóloga’ propone realizar una revisión de nuestras creencias, siendo conscientes de que el tiempo dedicado a nuestro cuidado no es egoísta y que nuestras necesidades son igual de importantes que las de los demás. «Si hacemos una pequeña revisión, esto nos orientará hacia el tipo de autocuidado que necesitamos. Para alguien puede ser estirar al levantarse de la cama, y para otro, mejorar la higiene si se ha tenido descuido; cada uno puede dar pequeños pasos para avanzar», indica.
La psicóloga Yolanda Cuevas afirma que el verdadero autocuidado debe centrarse en simplificar nuestra vida diaria. «No se trata de seguir rutinas rígidas que generen más presión. A menudo, debemos recalcular qué pasa en nuestra vida, por qué no tengo 10 minutos para mí. Existen obligaciones, pero también desperdiciamos tiempo en redes sociales o en piloto automático, desatendiendo nuestras tareas», apunta.
Cuevas subraya que hay que empezar con pequeños gestos diarios «conscientes y amables». Es importante preguntarnos ‘¿qué necesito hoy?’ y ‘¿qué me puedo dar?’, introduciendo el autocuidado como una filosofía de vida y no como una obligación, con pasos sencillos y sin esperar que todo esté bajo control.
«Debemos agendar el autocuidado. Todo lo que no esté en tu agenda, no existe. Si lo escribes y le haces un hueco, es probable que lo priorices. Lo más importante no es solo el trabajo. Imaginar cómo te sientes cuando practicas el autocuidado puede ser motivador. Por ejemplo, cuando vengo de correr, me siento genial, y esa es mi motivación para salir a las 7 am, aunque a veces me da pereza», resalta Patricia Ramírez.
Finalmente, Yolanda Cuevas destaca la importancia de preguntarnos qué haríamos si tuviéramos tiempo. «Eso que tal vez echemos de menos puede guiar pequeños pasos hacia lo que realmente queremos, ya sea desayunar con calma, hacer ejercicio, o practicar respiraciones conscientes que nos alivien», concluye.
