Anestesia en niños: diferencias con adultos y las medidas de seguridad actuales.

Anestesia en niños: diferencias con adultos y las medidas de seguridad actuales.

Anestesia Pediátrica: Entendiendo sus Implicaciones

MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS) – Cada vez más intervenciones pediátricas requieren anestesia, un procedimiento seguro pero muy distinto al del adulto. El cuerpo y el cerebro del niño presentan particularidades anatómicas, fisiológicas y emocionales que exigen una adaptación precisa de fármacos, dosis y entornos.

La evidencia científica actual

Descarta efectos en el desarrollo cerebral por exposiciones puntuales y destaca el papel clave de los anestesiólogos pediátricos en la tranquilidad del pequeño paciente y de sus padres.

Para comprender cómo funciona la anestesia en niños, Consuelo García Cebrián, anestesióloga pediátrica del Hospital Universitari i Politècnic La Fe de Valencia y secretaria de la sección pediátrica de la Sociedad Española de Anestesiología y Reanimación (SEDAR), indica que existen diferencias entre la anestesia en niños y adultos: «Existen diferencias tanto anatómicas, como fisiológicas, farmacológicas y psicológicas, con respecto a los adultos, que van a afectar a la farmacoterapia y al ajuste de las dosis dependiendo de la edad.»

El paciente pediátrico no es un adulto en pequeño

Esta doctora subraya que el paciente pediátrico constituye un grupo muy heterogéneo, que incluye pretérminos, neonatos, lactantes, niños, adolescentes y jóvenes, con características y necesidades diferentes a lo largo de cada etapa. Dependiendo de la fase del desarrollo en la que se encuentre el menor, existirán cambios madurativos que afectarán la aplicación de la anestesia.

NO HAY ASOCIADA NEUROTOXICIDAD A SU USO

«En los últimos 10 años, se han realizado más de 100 estudios sobre la posible influencia de los procedimientos quirúrgicos y anestésicos en el neurodesarrollo, y no se han encontrado diferencias significativas en cuanto a las denominadas ‘pruebas de inteligencia'», apunta García Cebrián.

Además, resalta que los datos actuales parecen indicar que podría existir una afectación de la estructura neural y la función neurocognitiva en pacientes de menos de 3 años, en niños prematuros, neonatos y lactantes en particular. Esta afectación solo aparecería en exposiciones repetidas o prolongadas a la anestesia, generalmente de más de 3 horas. «Aunque estos datos no son definitivos, podrían estar relacionados con otros factores distintos a la propia anestesia», aprecia la anestesióloga pediátrica.

Por ello, reitera que no está justificado retrasar procedimientos diagnósticos y terapéuticos que requieran anestesia en niños pequeños, ya que ese retraso podría tener consecuencias adversas. «Se deben emplear los fármacos considerados más seguros, las dosis mínimas pero suficientes para conseguir el efecto deseado, y durante el mínimo tiempo posible. Hasta el momento, la exposición aislada a agentes anestésicos no se ha asociado a neurotoxicidad», remarca.

PRIMAR LA SEGURIDAD DEL MENOR

En este sentido, García Cebrián destaca que, a lo largo de 2025, la sección pediátrica de la SEDAR actualizará el ‘Documento de Consenso de Buenas Prácticas en el Paciente Pediátrico’, para garantizar una atención anestesiológica segura y de calidad en todo el territorio nacional.

Puntos clave del documento de consenso

  • Atención por equipos multidisciplinares: Todos los pacientes pediátricos deben ser atendidos por equipos con experiencia y formación suficiente en centros con recursos adecuados para niños, tanto dentro como fuera del quirófano.
  • Formación de anestesiólogos: Todos los anestesiólogos que atienden pacientes pediátricos deben tener una formación mínima en anestesia pediátrica y en soporte vital avanzado.
  • Riesgo anestésico en pacientes menores de 6 años: La anestesia en niños menores de 6 años, especialmente en los menores de 3 años y neonatos, se asocia a un mayor riesgo anestésico. Por ello, los anestesiólogos no especializados pueden atender a pacientes sanos mayores de 3 años sin enfermedades significativas, mientras que los anestesiólogos pediátricos especializados pueden anestesiar con «calidad y seguridad» a los más pequeños y a aquellos con enfermedades más relevantes.

FUENTE

Redaccion

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