Andrew Garfield protagoniza ‘Caza de brujas’: «Valoro más la cultura del consenso que la de la
Andrew Garfield protagoniza ‘Caza de brujas’: «Me interesa más la cultura del consenso que la cultura de la cancelación». En esta nueva película de Luca Guadagnino, que se estrenará el 17 de octubre, también participan Julia Roberts y Ayo Edebiri. La trama sigue a una profesora universitaria que se ve obligada a decidir su postura cuando su mejor alumna acusa a uno de sus colegas de agresión sexual.
La película ha generado controversia, un aspecto que Garfield no desea atribuir directamente a la llamada cultura de la cancelación. En una reciente entrevista, el actor expresó: «No tengo una opinión al respecto«, al ser preguntado sobre si percibía elementos del fenómeno en la polémica surgida alrededor del filme. Garfield, conocido por su participación en ‘The Amazing Spider-Man’ y ‘Hasta el último hombre’, afirma un interés mayor por «la cultura del consenso».
El actor reflexiona: «Creo que lo bueno de la película es que está generando conversación entre la gente de una forma que no sé si muchas películas hacen hoy en día, y creo que lo bueno es que no hay consenso sobre ella». Asimismo, añadió que los artistas a menudo desean que su trabajo sea bien recibido, lo cual puede ser gratificante, pero siente una curiosidad renovada por la cultura del consenso.
Julia Edebiri complementa esta perspectiva al señalar que tanto los artistas como los periodistas están inmersos en industrias que se benefician enormemente de la polarización y de la reacción. Edebiri sostiene que en ‘Caza de brujas’, «bajo la superficie hay mucho más«, lo que le otorga una esperanza hacia el contenido de la película.
El reduccionismo de calificar ‘Caza de brujas’ de feminista
A pesar de que la trama ha sido considerada por algunos como una historia sobre el fenómeno del #MeToo, también ha recibido críticas acusando a la cinta de ser antifeminista. Edebiri, al ser cuestionada sobre este tema, comentó que etiquetar la película de esta manera es «un poco reduccionista» y no hace justicia a su complejidad. Ella menciona que la película actúa como una prueba de Rorschach, revelando diferentes percepciones en los espectadores en función de sus propias historias personales.
Garfield también justifica la necesidad de seguir explorando «dinámicas de poder» en la narrativa cinematográfica, afirmando que «estamos sometidos constantemente, todos nosotros en diferentes grados y de diferentes maneras». En su análisis, hace hincapié en que en la mayoría de los casos, estos conflictos involucran a hombres blancos adinerados que manipulan sistemas en su beneficio personal, lo que demuestra la relevancia de estas temáticas en el cine actual.
