Alemán revela que la clave para energía ilimitada es cambiar la forma de pensar
Mientras otros países construyen molinos de viento tan grandes que cambian el clima a su alrededor, los alemanes han decidido mirar en otra dirección. En lugar de hacer las cosas gigantescas, han apostado por una revolución silenciosa, creando una solución que podría conseguir energía ilimitada sin contaminar nuestro planeta.
Los alemanes toman otro camino
La energía eólica es una de las energías renovables más utilizadas, pues promete cuidar nuestro planeta convirtiendo el viento en electricidad. Sin embargo, siempre hemos pensado que para conseguir mucha energía, necesitamos enormes turbinas. Pero, ¿qué tal si no fuera así?
Alemania ha decidido tomar otro camino y, en lugar de hacer las cosas gigantescas, han apostado por una revolución silenciosa: hacer una máquina pequeña y súper eficiente. Crearon una microturbina eólica tan eficiente que casi rompe las reglas de la física.


Su plan no es competir con los enormes parques eólicos, sino repartir la energía del viento. Quieren que cualquier persona, casa o pueblo pueda generar su propia electricidad usando solo una brisa suave.
El resultado, gracias a un grupo de científicos e ingenieros del Instituto Fraunhofer IAP y el grupo BBF, es un pequeño generador que comienza a trabajar con muy poco aire, superando con creces a los modelos que se venden en el mercado.
Tan eficiente que parece magia
El éxito de este proyecto, que se probó en Wildau, no está en qué tan grande es, sino en qué tan precisa es la máquina. Los investigadores crearon un rotor que aprovecha el 53% de la energía del viento, un número asombroso para algo tan pequeño y revolucionario como el nuevo ventilador de 6 palas.
Pero, ¿por qué esto es tan importante? Porque hay una regla de la física (la Ley de Betz) que dice que lo máximo que puedes aprovechar es el 59%. Al llegar al 53%, esta pequeña turbina usa el 89% de ese límite, mientras que otras turbinas similares solo usan el 30%. ¡Es casi perfecta!
Lo más sorprendente es que la turbina es muy sensible y logra encenderse con solo una brisa mínima de 2,7 metros por segundo, cuando las máquinas normales necesitan mucho más viento (alrededor de 4 m/s) para arrancar.
La razón de tanta eficiencia está en cómo está construida. Las palas del rotor están hechas de materiales compuestos de fibra y son huecas por dentro. Se eliminó la espuma pesada que se usa normalmente, reduciendo su peso en un 35%.
Para construir las palas se utilizó tecnología avanzada como la impresión 3D y un sistema especial que coloca las fibras con exactitud milimétrica. La seguridad también fue una prioridad, pues diseñaron una estructura que permite a las palas doblarse de forma controlada si hay una tormenta.
El nuevo camino hacia la energía limpia
En un mundo obsesionado con lo gigante, esta pequeña eólica representa un cambio total de concepto. El plan alemán no es competir con los grandes, sino repartir la energía del viento para que pueda llegar a lugares que antes jamás hubiéramos imaginado.
Las mini turbinas están diseñadas para que las utilicemos directamente en nuestras casas, negocios o pueblos, dándonos así más autonomía y seguridad en caso de apagones. Además, como son pequeñas y utilizan pocos materiales, son muy sencillas de instalar y transportar.
Mientras otros países fabrican turbinas cada vez más grandes, Alemania demuestra que la solución es ser más inteligente y eficiente. Si todo sale bien, el viento dejará de ser un recurso que solo se puede usar en enormes parques, y podríamos tener energía en lugares que antes nunca lo hubiéramos pensado.
