Irene Vallejo: la literatura perdura porque el ser humano anhela historias y la conexión con ellas

Irene Vallejo: la literatura perdura porque el ser humano anhela historias y la conexión con ellas

Irene Vallejo: La literatura como refugio

La filóloga y escritora Irene Vallejo, durante una entrevista con EFE, reflexiona sobre la importancia de la literatura y su capacidad de adaptación ante los desafíos contemporáneos. Vallejo, que fue investida doctora honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, sostiene que el ser humano está «sediento de historias que den sentido a su experiencia», lo que permite a la literatura sobrevivir a las adversidades.

Vallejo, originaria de Zaragoza y autora de la aclamada obra ‘El infinito en un junco’ (2019), enfatiza que las historias han sido contadas desde tiempos inmemoriales. «Mientras haya un hálito de energía”, dice, “se seguirá recogiendo la memoria en forma de historia.”

De acuerdo con Vallejo, es optimista en un entorno literario que suele ser pesimista. «Siempre parece que el mundo de la literatura esté al borde del precipicio, y milagrosamente ha sobrevivido, porque siempre ha habido suficiente cantidad de gente apasionada por los libros para salvarlos,» afirma.

Literatura frente a la adversidad

La autora observa que, a pesar del pesimismo sobre el futuro de la lectura debido a la saturación digital, la pandemia demostró que la gente recurre a los libros en momentos difíciles. «La lectura se convierte en un espacio seguro de compañía, de serenidad, de imaginación, de fantasía o de expansión de horizontes,» sostiene Vallejo.

En su opinión, la crisis sanitaria provocó una reafirmación de la literatura como pilar esencial del bienestar humano. «Quizás lo que yo intuía no estaba tan equivocado,» añade, haciendo hincapié en la capacidad de la lectura para ofrecer consuelo y compañía.

Desafiando fronteras

Vallejo destaca que la escritura contemporánea se está volviendo «más mestiza», fusionando géneros y voces que desafían las fronteras de la literatura. Afirma que la juventud, que frecuentemente es vista como desconectada de los libros, está demostrando un renovado interés por la lectura a través de las redes sociales, donde proliferan recomendaciones literarias y comunidades de lectores.

Las largas filas de jóvenes en las firmas de libros, según la autora, son «razones para la esperanza» en una era marcada por tensiones y divisiones. «Leer los libros tradicionales ayuda a contrarrestar algunas orientaciones peligrosas de las redes sociales que, si bien son útiles y maravillosas, tienden a premiar la confrontación y el odio,” opina.

En tiempos de confusión, los libros proporcionan una vía para entender y convivir con perspectivas diferentes a las propias. «Se pueden entender y habitar mentes distintas a las propias,” concluye Vallejo.

Vivir el conocimiento

La autora también comparte su experiencia personal, recordando su tiempo como estudiante en la UIMP ser una «estudiante rara» debido a su pasión por el conocimiento. Refiere que tuvo dificultades para encontrar personas que compartieran sus inquietudes, pero allí encontró un ambiente propicio.

Vallejo expresa su gratitud por las amistades que forjó durante su formación académica y recuerda a autores que influyeron en su carrera, como Ana María Moix y Carlos García Gual. Actualmente, se siente «incrédula» de haber sido nombrada doctora honoris causa, considerándose aún aprendiz en el vasto campo del saber literario.

FUENTE

Redaccion

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